Tuesday, November 29, 2011

Visita Kuélap, la fortaleza monumental de Chachapoyas

Sobre la plataforma, se levantan, hacia uno de los lados, un segundo y tercer Waru waru y más de 400 recintos, en su mayoría de planta circular, de los que tan solo quedan las bases en la mayor parte de ellos. En algunos casos, los recintos presentan paredes ornamentadas con frisos de contenido simbólico que, por lo general, parecen evocar ojos y aves que toman la forma de una "V" en cadena. Dichos recintos no fueron, al parecer, viviendas, sino depósitos de comestibles para que la población no sufriera por la falta de alimentos en años aciagos, cuando la región era azotada por fenómenos naturales, como las catástrofes que desata el fenómeno del Niño. Los campesinos, por otro lado, debieron morar en los campos adyacentes al monumento y, siendo sus viviendas frágiles, estas no han resistido los embates del tiempo.
Entre las muchas construcciones existentes en Kuélap, tres son las estructuras que más destacan: El Tintero, La Atalaya y El Castillo.
El Tintero está situado en el extremo sur del gran andén y se caracteriza por ser un torreón circular en forma de cono invertido, verdadero desafío a las leyes de la gravedad. La Atalaya, conformada también por un torreón, se ubica en el extremo norte de Cuélap. El Castillo, por su parte, es una construcción presente en el sector más conspicuo de Kuélap y destaca sobre el andén superior. Probablemente, el conjunto de El Castillo fue morada del jerarca y de los altos dignatarios del lugar.
El acceso a la primera plataforma era posible solo ingresando por dos portadas, ambas ubicadas en la fachada este o principal; una tercera portada, ubicada en el costado de un despeñadero que da al oeste, más que entrada debió de ser "salida" al precipicio; ello lleva a suponer que podría haber sido el acceso a un lugar de sacrificios.
La portada mejor conservada, y probablemente la principal, se ubica en el lado sur del frontispicio que da al este. Alcanza, en su base, tres metros de ancho y sus jambas se angostan al elevarse por unos 10 metros. Para permitir el acceso a la plataforma ya citada, esta portada necesariamente cala en el andén, cortándolo cual si se hubiera retirado un "pedazo de torta"; acaso simbolice una inmensa vulva.
Al internarse el visitante, esa entrada lo conduce a un pasaje con forma de rampa que asciende flanqueada por altas paredes, lo que le confiere el aspecto de un "callejón". Este se va estrechando a lo largo de un recorrido de 20 metros, hasta permitir, en su tramo final, el paso de una sola persona, por una especie de angosto túnel. Aunque en el sector de la entrada las jambas terminan casi tocándose en su extremo superior, las paredes que flanquean el pasaje convierten a este en una especie de "Callejón" sin techo en el que las paredes se inclinan hacia el interior a medida que van elevándose.

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